metodología

     

  • Motivación al cambio: El deseo del cliente y la ilusión por alcanzar sus objetivos deben ser superiores a sus miedos para que el cliente se decida a arriesgarse a dar los pasos que le llevarán a su meta.
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  • Conciencia: El cliente debe elevar su conciencia, ya que sólo podemos actuar sobre aquello de lo que somos conscientes.
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  • Autocreencia: Habrá que trabajar la autoestima y la confianza.  El cliente debe no sólo creer que es posible conseguir los resultados que persigue sino también creer en su capacidad para llevar a cabo las acciones necesarias.
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  • Responsabilidad: Es imprescindible que el cliente se haga responsable de su protagonismo en dicha situación y en su vida y que asuma un compromiso para actuar.  La responsabilidad le concede voluntad y perseverancia para conseguirlo.
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  • Acción: La acción tendrá lugar durante todo el período que dura el proceso de coaching.  Los pasos anteriores no sirven de nada si no se pone en práctica aquello en lo que se trabaja.  Si no hay acción, no hay resultados.  Si no hay acción, no hay coaching.
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